Solo queremos la noche
Sin dejar rastro como La Orden de Toledo. Reflejando siluetas y cenando caracoles los movimentistas de la ciudad bailan con las sombras.
No esperan de la noche nada más allá que vivirla como venga. Calle arriba o abajo. En las puertas de los bares cerrados, en la barra del Rvbicón, en los parques luminosos, en las cuestas o en los paseos junto al mar.
No buscan la eternidad de las gestas, ni dejar memoria de su noches, aspiran a estar vivos. A ser buscándose fuera. Ser riendo fuerte frente a una flor. Agotar cigarrillos en la espera de la luna. Qué importancia que el lugar se llame Toledo o tenga mar si ese fuego también quema su sangre.
No conocían su existencia pero sin saberlo fueron su mejor homenaje.
somos.
[imagen martateikea]