24032017
De ella dicen que murió sola.
¿Pero sola de quién? No fue el hecho de la ausencia de despedidas y lágrimas. No fue que sus pertenencias acabasen en un trastero convertido en cámara del tesoro. Murió sola si no llegó a encontrarse.
¿Pero cómo saberlo? ¿Acaso la búsqueda acaba en algún momento?
En abril, el día de su muerte estuvo sola si no estuvo consigo. Sola si no llegó a saberse. Ni en mil fotografías fue capaz de retratarse. O quizá, por el contrario, esa era la única forma de encontrarse. Sus miles de fotografías no son la búsqueda sino la forma mecánica de materializarse, de saberse viva, de ser en cada disparo.
¿por qué uno y otro y otro? Para saberte viva, para rearfirmar que estás, que eres. para aplacar la búsqueda.
Jugar, experimentar, buscarse
Formalizar, atrapar, dar vida
Vivian Maier
Recorre nueva york, camina para buscarse, camina para comprender una realidad que, parece, le es ajena. Recorre Chicago y dispara una a una miles de imágenes. Retratos robados, consentidos, equilibrio, niños, colores, y por supuesto, autoretratos.
El legado de Vivian Maier abarca toda una época, nos traslada a la ciudad, se distancia para narrar y al tiempo es parte, se involucra, se acerca, espanta, refleja o aparece en la forma de mirar.
En cada foto está.